Feliz navidad? Dejemoslo en Navidad...

La Navidad. Se supone que son unas bonitas fiestas para pasarlas en familia, disfrutarlas con tus amigos y ser un poco más feliz. Bien dicho: se supone.

Según pasa el tiempo la Navidad va yendo a peor. Cuando eres pequeño vives en la inocente infancia, crees en los reyes magos y te encanta la Navidad porque son vacaciones, no tienes que ir al cole y puedes jugar todo el rato. Luego creces y descubres que las cosas no son como parecen, que los reyes magos no existen y la navidad solo sirve para lo mismo que el invierno, joderte el año. Sí, tienes regalos, pero ¿que más dan los putos regalos si junto a ellos recibes las peores palabras que existen?

Fracaso, decepción…

Es imposible, parece que lo haces todo mal.

Y, otro año más, pasa la navidad y hace que cada vez te guste menos.

LIFE: sometimes it's awesome, sometimes it sucks.

Never mind, I'll find someone like you.

I'll wish nothing but the best for you, too.

Don't forget me, I beg,

I remember you said:

"Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead."

No te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes.

Ves que se aleja lentamente, que todo se acabó. Ella ya se va, y esta vez es para siempre.

La cagaste, ya no tiene remedio, y ahora te toca asumir que el juego terminó y perdiste la partida. Puede que la partida fuese importante para ti, o puede que no, pero el caso es que la has perdido y que ella ya no volverá.

Te sientes impotente, y en el último instante intentas hacer algo: gritas, lloras, la llamas, la pides perdón… pero ella ya está demasiado lejos, ya no puede oírte.

Sí, se ha ido. Ya no puedes hacer nada. Pero mira el lado bueno, aprendiste una lección, la perdiste a ella pero la próxima vez sabrás jugar mejor tus cartas y ganarás la partida.

O NO.

Por mucho que lo intente...

Dije que te olvidaría. Creo que incluso creí haberte olvidado. Creí que no me importabas lo más mínimo, que mi vida podía seguir igual o mejor sin ti. ¿Pero sabes qué? mi mundo estaba al revés, no tenía ni pies ni cabeza, o a lo mejor nunca lo tuvo. Creí haberte metido en ese pequeño e insignificante hueco de la memoria en el que guardaba a gente demasiado olvidada, a gente de la que no me quería acordar. Pero tu no cabes en ese baúl...


La verdad, no se a quien pretendía engañar. No soy tan fuerte. Querer olvidarme de ti sería como querer olvidarse de contar. Imposible.