Y al final uno siempre se queda solo.
Los principiantes roban besos, los profesionales sonrisas.
CON LA VIDA EN LOS LABIOS
Sentir dolor es inevitable pero sufrir es opcional --> so kissed away the pain
domingo, 22 de julio de 2012
martes, 10 de julio de 2012
Otra decepción más.
¿Como pueden cambiar tanto las cosas en tan solo un momento?¿Y
como puede haber gente tan falsa? Gente que se supone que es de tus mejores
amigos y te traiciona sin pensarlo dos veces, te deja de mentirosa delante de
los demás y al día siguiente está genial contigo. Y lo malo es que los demás le
creen, aunque eso es algo que nos puede pasar a todos. Cada uno elige a quien
creer según la confianza que tenga con cada persona. Así que no, a ellos no les
culpo por creerle, pero me jode que ni siquiera se dignen a preguntarme, que no
sean capaces de concederme el beneficio de la duda. Y a ti… pues mira, da
gracias que ahora mismo no estás aquí porque sino no estarías vivo para
contarlo. Hubiese ido a arrancarte el cuello con mis propias manos, por
mentiroso, por falso y por traidor. Si de verdad era tu mejor amiga… ¿qué
cojones haces contando cosas de mí y tachándome de mentirosa? Para empezar, tú
eres el primero que no te mojas nunca, que pasas de todos los problemas y estas
bien con todo el mundo, que a uno le dices una cosa y a otro otra… y ahora
además parece que eres bastante mentiroso.
¿Qué se supone que tengo que hacer yo ahora? Todas las
promesas que me hiciste… has roto la más importante y ya no sé que creer. ¿Tengo
que dudar de todo lo que hemos pasado juntos? Todos los momentos, las lágrimas,
los abrazos, las noches sin dormir, los secretos que me contabas… ¿Todo era
mentira?
Sinceramente no entiendo la razón de todo esto, no entiendo
qué te ha llevado a inventarte algo así de mí, y menos aún qué te hace
contárselo al resto del mundo. ¿Qué quieres, que me quede sola? Pues no te
preocupes, que poco a poco eso va pasando, pero no necesito que me ayudes porque
ya lo consigo yo solita siempre. Y, en el mejor de los casos, en el caso de que
no te lo inventaras sino que de verdad lo creyeras, que lo entendieras así
cuando pasó todo, ¿por qué coño no vienes y me preguntas? Si de verdad había
confianza eso era lo que tenías que haber hecho, igual que ahora ha hecho ella,
la única que se ha dignado a hablar conmigo, la única que me cree… ¿Por qué no
podías por una vez ser adulto y hacerlo bien? ¿Qué te costaba preguntar? Pero
no, tú tenías que seguir con tu comportamiento de niñato vacilón, haciendo que
me querías cuando me veías y malmetiendo por detrás. ¿Qué te costaba preguntar?
Si de verdad te importara lo hubieras hablado conmigo, pero como te encanta
evadir los temas importantes…
De verdad, no me lo esperaba. No me lo esperaba, y mucho
menos de ti.
Gracias por demostrarme lo que realmente eres, lo poco que
te importo y lo buen actor que has resultado ser. Ah, y gracias por darme la
razón: las personas que entran en mi vida siempre se acaban yendo. Tú duraste
un año y medio, a ver quién es el siguiente.
sábado, 7 de julio de 2012
Voy a secuestrar tus escalofríos y el murmullo de tu voz
cuando me susurras al oído.
Voy a desayunar tus besos, a cenar tus abrazos,
sabiendo que algún día serás mío.
Dicen que si te encariñas demasiado rápido luego duelen más
las ostias, que si empiezas a querer a una persona es muy difícil parar, y que
cuando no puedes parar llega la dependencia. Pero a mi me da igual lo que diga
la gente. Además, hay cosas que no podemos controlar, y entre ellas está la velocidad
con la que le coger cariño a las personas. De repente llega un día en que lo has
hecho, y ya es demasiado tarde para dar marcha atrás, simplemente no puedes.
Así que sí, si te largas la ostia será muy grande, pero eso ya me da igual
porque ya no lo puedo remediar. Por ello solo quiero disfrutar de los momentos
a tu lado, sean los que sean, para que cuando esté rota llorando tu ausencia,
pueda recordar que fui feliz contigo, y que mereció la pena.
miércoles, 4 de julio de 2012
Hay cosas que no entiendes, y tampoco espero que las entiendas ya. Pero ha pasado mucho tiempo, me conoces, y deberías saber que, aunque no me entiendas, yo necesito que me protejas, que me des cariño. Necesito sentir que te importo, que no soy como un buzón que se come todas tus cartas (esas en las que escribes cómo te sientes) pero que luego, cuando es mi turno y te necesito yo, a ti te da igual.
Necesito gestos, miradas, abrazos… y muchos. Parece que soy fuerte, que me como todos los marrones sin ningún problema, pero sabes perfectamente que no es así, porque has estado en mis peores momentos, me has visto llorar y sufrir por muchas cosas. Y sí, estas ahí, pero suele ser porque yo te lo pido. Y eso es lo que me duele, que a veces no seas capaz de mirar y decidir por ti mismo, que solo vengas si yo te lo pido, que no tengas la iniciativa de darme un abrazo porque pienses que lo necesito sino que esperas a que esté llorando en tu cara para reaccionar.
Además, sabes que me cuesta muchísimo abrirme, que la mitad de las veces que sonrío y te digo que estoy bien son mentira, y lo sabes porque me lo has dicho. Pero es que, aun sabiéndolo, lo dejas pasar. Será para no presionarme o todo lo que tú quieras, pero a veces nos gusta que insistan, que nos presionen, porque eso demuestra que de verdad os importa.
Te he contado todo, sabes mi vida entera aunque no lo creas, y yo se la tuya. Hay temas que no soporto hablar y tu, sin que yo te haya dicho anda, los evitas, para hacerme feliz. Créeme, eso también lo sé. Me demuestras muchas cosas y hasta me he vuelto dependiente de ti – cosa que sé desde hace mucho tiempo y que me cuesta reconocer – pero a la vez me falta cariño, ese amor que le das al resto. Se que es distinto, que conmigo no te sale y que en general no eres muy cariñoso. Me lo has dicho muchas veces, y lo respeto, pero no puedo evitar pensar que soy yo, que es por mi culpa, que tengo algo que te hace no quererme… porque no soy ciega, y te veo con la gente, que si abracitos por aquí, besos por allá… y tampoco soy tonta, pero no lo entiendo. Nunca te lo he dicho tal cual, y quizá ese sea el problema, pero sí creo que, al igual que muchas veces me lees el pensamiento y no necesitamos hablar en voz alta para decirnos algo, tienes una ligera – o no tan ligera – idea de esto. De hecho recuerdo el día que me dijiste que la mayoría de los abrazos que tu dabas a la gente no significaban nada para ti, que lo hacías por cumplir y sin ganas, porque no te gusta dar abrazos. Me sentí una de esas y me cuadró todo (ya sabes que soy un poco pesimista y que me encanta eso de infravalorarme), pero sin necesidad de que yo te dijera nada tú pusiste como ejemplo de abrazos importantes los nuestros, porque aunque son escasos, son en los momentos en los que ambos los necesitamos.
Parece que me estoy contradiciendo, pero es que para mi son cosas distintas. La complicidad que tenemos en todas esas cosas es genial, me encanta y lo sabes, pero no llega más allá, no hay gestos cariñosos. Y puede que no sea compatible una cosa con la otra, pero es lo que me falta y lo que, por desgracia, sé que nunca habrá.
Porque, aunque lo neguemos, el amor no es ciego.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)