Voy a secuestrar tus escalofríos y el murmullo de tu voz
cuando me susurras al oído.
Voy a desayunar tus besos, a cenar tus abrazos,
sabiendo que algún día serás mío.
Dicen que si te encariñas demasiado rápido luego duelen más
las ostias, que si empiezas a querer a una persona es muy difícil parar, y que
cuando no puedes parar llega la dependencia. Pero a mi me da igual lo que diga
la gente. Además, hay cosas que no podemos controlar, y entre ellas está la velocidad
con la que le coger cariño a las personas. De repente llega un día en que lo has
hecho, y ya es demasiado tarde para dar marcha atrás, simplemente no puedes.
Así que sí, si te largas la ostia será muy grande, pero eso ya me da igual
porque ya no lo puedo remediar. Por ello solo quiero disfrutar de los momentos
a tu lado, sean los que sean, para que cuando esté rota llorando tu ausencia,
pueda recordar que fui feliz contigo, y que mereció la pena.
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