Y entonces llegan los recuerdos, y eso hace que duela aun
más. Me gustaría volver a atrás, me gustaría volver a estar bien, volver a
estar como antes… pero si hay tres cosas que no vuelven nunca esas son el
tiempo, las palabras y las oportunidades. El tiempo que pasamos tan felices,
ese en que pensé que siempre sería así y que no valoré lo suficiente, y ahora
me doy cuenta. Las palabras que nos decíamos, los te quiero y los te echo de
menos, las promesas de eternidades que nunca acabarían y de que nada nos
separaría… Mentiras, todo mentiras. Y las oportunidades, la de que fuera para siempre, la de volver a estar como
antes, la de volver a ser quienes éramos… esas también se han ido, porque ni tú ni
yo somos los mismos ni vamos a volver a serlo, por mucho que yo lo desee.
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